
Los acordes de su guitarra, sus punteos, su voz aguda llena de lirismo de trovador, entran en mi alma y me elevan. Eso me sucedió el domingo en el Pabellón Santiago Martín. Silvio...Diré tan sólo que, cuando a un artista se le llama por su nombre y sin apellido, como quien habla de un amigo, entonces significa que ese artista ha logrado trascender su propia humanidad.
Por segunda vez he visto al TROVADOR en directo y fue maravilloso, mágico, sublime...
Otra vez un sueño de juventud cumplido.
Gracias Silvio por haberme hecho sentir, enamorarme, emocionarme con tus poemas hechos canciones que permanecen indelebles en mi alma.
1 comentario:
Gracias por regalarme a Silvio. Gracias por enseñarme a disfrutarlo. Gracias por dejarme querer junto a ti.
Un beso
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