lunes, 19 de noviembre de 2007


Y me atreví y me lancé y volé hacia lo desconocido...

Creí que estaría sólo en el viaje, pero había más aves migratorias. Temerosas y esperanzadas.

Nos ayudamos durante el trayecto, nos curábamos las heridas del camino.

El viaje ha sido y es duro. Viento y lluvia, sol y viento a favor, pero merece la pena arriesgar y volar; tirarse sin miedo al abismo, sabiendo que alguien te va a recoger. Sabiendo que tienes a alguien a quién recoger.

Banot Mito

8 comentarios:

Eva Primigenia dijo...

A veces me imagino volando sola, alto y lejos, como Juan Salvador Gaviota, descubriendo los caminos del viento y el remanso de las nubes. A veces, con la imaginación, recorro el aire sobre el mar encrespado y me complazco contemplando cuan fácil es abstraerse de las dificultades, cuán agradable estar ahi, mirando pero sin mojarse con la espuma de las olas embravecidas.

Pero otras veces, a la misma altura, me veo sobre un amanecer dorado que va tiñendo de verde suaves colinas, praderas pacíficas, calmosos lagos azules y flores, miles de flores que agradecn al sol sus caricias haciendo lo que mejor saben, lucir sus espléndidos colores. Y en esos momentos lamento tener que seguir volando, lamento no poder hacer un alto para solazarme y formar parte de tanta belleza.

A veces me imagino sobrevolando la vida y siempre, siempre me alegro de que solo sea un sueño.

Eva Primigenia dijo...

Tus escritos siempre me inspiran. Gracias

Azul Flojo dijo...

Reconozco que el sentimiento es mutuo. Me inspiran tus escritos, las canciones. Me inspira la manera en la que hablas de tu familia. A veces sueño con que mi hija escribirá como tu hijo. Y escriba sobre su padre como tú escribes del tuyo.
Reconozco que mis post no se completan sin tus comentarios.

Un beso y gracias por tus palabras.

Eva Primigenia dijo...

La imagen de buhardilla me encanta, me gusta imaginarme como un visitante alado que contempla la felicidad de dos amantes, una mirada inocente y al mismo tiempo cómplice que se alegra de la felicidad que contempla. "Dejadme mirar" parece decir, "dejadme que me abrigue en el calor que vuestro amor irradia, dejadme estar cerca porque el exterior está frio, la pasión es sólo un recuerdo amargo y me da miedo buscarla de nuevo. Dejadme ver lo que pasa y congratularme de vuestra felicidad"

Anónimo dijo...

Hola Eva:

No sé si la felicidad que siento, la pasión desmedida pero que a la vez te transmite seguridad y paz. El amor con amistad, las risas, el sentirte protegida y proteger. Son cosas que no sé si puedo explicar. Pero las siento como nunca antes lo había sentido.
Mira, Mario Vargas Llosa regala estas palabras y yo te las regalo a ti y a al dueño de esta casa, que nos ha dado la oportunidad de cruzar unas palabras. Encantada Eva.

"
“Nos han dejado sin secretos, mi amor. Esa soy yo, esclavo y amor, tu ofrenda. Abierta en canal como una tórtola por el cuchillo del amor. Rajada y latiendo, yo. Lenta masturbación, yo. Chorro de almíbar, yo. Dédalo y sensación, yo. Ovario mágico, semen, sangre y rocío del amanecer: yo. Esa es mi cara para ti, a la hora de los sentidos. Esa soy yo cuando, por ti, me saco la piel de diario y de días feriados. Esa será mi alma, tal vez. Tuya de ti.”

Mario Vargas Llosa

Eva Primigenia dijo...

"Ines del alma mia" que bellas palabras para dirigirme a ti, que especiales palabras de noviembre. Si, la verdad es que entiendo perfectamente las metáforas y las metonimias, las hipérboles y el hipérbaton del amor incipiente, de la pasión desmesurada. Dejame confesarte que me he sentido asi, hace tiempo ya, ardiente, entregada, palpitante... y que aún recuedo con deleite esas emociones embriagadoras de los sentidos, del espíritu... del alma.

Ahora los sentidos están apaciguados, el amor ha devenido en placentera serenidad, en claustro apacible en el que compartir presente y futuro, en manos entrelazadas para recibir fuerza y ánimo en las dificultades, en memoria compartida, en proyectos permanentes. Aún ardemos de vez en cuando y es un fuego que ya no quema, que ya no se agota, que calienta y alumbra, que gratifica con la sensación de algo conocido y reencontrado, es unfuego que se alimente por su propio ardor, que alimenta el cuerpo y el espíritu, que deleita sin embriagar pero que sigue imprescindible.

A veces echo de menos el fuego destructor y desmedido de la pasión incipiente, pero en el nido de sus brazos encuentro la paz y me alegro de no tener que seguir buscando.

Ines, un placer encontrarte en tan acogedora casa, me alegra pensar que ya es casi tuya.

Azul Flojo dijo...

Bueno me voy a meter en la conversación sólo para regalar yo también unas palabras a estas dos mujeres tan apasionadas que llenan estas páginas de inteligencia, sensibilidad y pasión.

Gracias Eva, por decorar aquí y allí esta casa con tanto gusto. Por tus palabras que siempre consiguen emocionarme. Ojalá después de la pasión a todas las parejas les quedara el poder cogerse la mano y mirarse a los ojos para tirar pa´lante.

Inés qué decirte excepto regalarte este fragmento que bien conoces, de uno de nuestros escritores favoritos.
Un beso para toda la vida.
“Me pregunto cómo pude sucumbir en este vértigo perpetuo que yo mismo provocaba y temía. Flotaba entre nubes erráticas y hablaba conmigo mismo ante el espejo con la vana ilusión de averiguar quién soy. Era tal mi desvarío, que en una manifestación estudiantil con piedras y botellas, tuve que sacar fuerzas de flaqueza para no ponerme al frente con un letrero que consagrara mi verdad: Estoy loco de amor.”
Gabriel García Márquez
Memoria de mis putas tristes

Anónimo dijo...

Gracias por tus regalos, las palabras de amor, los gestos y las caricias. Las atenciones, la magia, la felicidad, las risas y las lágrimas.
Gracias por llegar y quedarte, gracias por entrar y no salir.
Te quiero Be


"Debo leer en el mar la lección de lo inmenso y renombrar el color que la vida me enseña debo saber respirar un oxígeno fresco y regresar a ese sol que contigo me espera"

Silvio Rodríguez