domingo, 6 de abril de 2008





Llegaste vestida de rojo...
Me vinieron a la cabeza unas palabras que siempre me decía mi abuela: "nunca te fíes de una mujer que viste de rojo".
Llegaste vestida de rojo...
Yo borré de mi mente las palabras de mi abuela.
Te invité a cenar y bebimos... el vino, tus labios, tu traje, todo era de un rojo intenso, hipnótico. Fuimos a mi apartamento y nos amamos...
Todo era de un rojo erótico,la luz de las velas, el vino sobre nuestros cuerpos, las marcas de arañazos y dientes que buscan con desesperación salvaje no dejar ni un sólo poro de piel por recorrer.
Al amanecer el rojo era diferente, se volvió canalla como el tomate en un bloodymary,
venenoso como la manzana de Blancanieves,
azul como un comunista que gana la lotería,
triste como la sangre del soldado,
oscuro como las rosas en la tumba,
mentira como los ojos del resacado, que se jura ante el espejo que no volverá a beber...
herido como el corazón, como mis alas rotas cuando te vas...

2 comentarios:

Pau Llanes dijo...

un saludo... y lo siento (no tiene que ver con el poema)... estas fotos con alas arrancadas me dan... ay... me duelen.... un saludo... pau

Eva Primigenia dijo...

...y a pesar de la luz rojiza del amanecer que acompaña tu partida, se que mañana, siempre, en la ruleta de la vida, volveré a apostarlo "todo al rojo"...


"Debo leer en el mar la lección de lo inmenso y renombrar el color que la vida me enseña debo saber respirar un oxígeno fresco y regresar a ese sol que contigo me espera"

Silvio Rodríguez