lunes, 16 de julio de 2007

El alarido del alado herido

Abro los ojos, como el niño que nace a la vida,
me los froto y los siento pegados
La luz del sol se cuela a través de la cúpula transparente.
Los destellos atraviesan los vitrales de mil colores.

Soy sólo un islote en medio de la cama, que se me ha hecho inmensa.
El sol me acaricia suavemente la cara,
el mar quiere penetrar por los poros de mi cuerpo, que se niegan a abrirse.
Cierro los ojos y hago fuerzas cerrando los puños, apretando la mandíbula. Se me escapa un grito de rabia...
Me culpo, no siento y me siento, lloro y sonrío, soy libre y esclavo, levanto el vuelo y me caigo. Mis alas encuentran la corriente de aire y planeo, me dejo llevar.
Soy un nómada de mí mismo. Necesito reencontrar el camino o buscar uno nuevo.

Siento alivio, aunque esté en la más profunda de las orfandades,
el camino está ahí. Un camino nuevo por hacer, por descubrir.

Un camino al que nacer, vivir, amar, vivir, vivir, vivir... amar.
Banot Mito

3 comentarios:

Ana Gallardo dijo...

Te deseo que el nuevo camino sea un camino de dicha, te deseo que encuentres con quien compartirlo, te deseo que el final de ese camino sea la verdadera paz...

Azul Flojo dijo...

Me consta que lo dices de corazón.
Muchas gracias.
Ojalá los cafés y las comidas pendientes sean para hablar de felicidad, de proyectos, de ilusiones, de metas...
Bsss Amiga.

Ana Gallardo dijo...

mientras no sean para hablar de dietas.... jajajaja


"Debo leer en el mar la lección de lo inmenso y renombrar el color que la vida me enseña debo saber respirar un oxígeno fresco y regresar a ese sol que contigo me espera"

Silvio Rodríguez