Cuando somos adolescentes solemos tener sueños sencillos. Recuerdo que con quince años descubrí a Silvio. Encontraba en su música la rebeldía y la poesía que mi alma necesitaba. Sus letras cargadas de mensaje, de amor romántico, de protesta...
Los acordes de su guitarra, sus punteos, su voz aguda llena de lirismo de trovador, entran en mi alma y me elevan. Eso me sucedió el domingo en el Pabellón Santiago Martín. Silvio...Diré tan sólo que, cuando a un artista se le llama por su nombre y sin apellido, como quien habla de un amigo, entonces significa que ese artista ha logrado trascender su propia humanidad.
Por segunda vez he visto al TROVADOR en directo y fue maravilloso, mágico, sublime...
Otra vez un sueño de juventud cumplido.
Gracias Silvio por haberme hecho sentir, enamorarme, emocionarme con tus poemas hechos canciones que permanecen indelebles en mi alma.
Los acordes de su guitarra, sus punteos, su voz aguda llena de lirismo de trovador, entran en mi alma y me elevan. Eso me sucedió el domingo en el Pabellón Santiago Martín. Silvio...Diré tan sólo que, cuando a un artista se le llama por su nombre y sin apellido, como quien habla de un amigo, entonces significa que ese artista ha logrado trascender su propia humanidad.
Por segunda vez he visto al TROVADOR en directo y fue maravilloso, mágico, sublime...
Otra vez un sueño de juventud cumplido.
Gracias Silvio por haberme hecho sentir, enamorarme, emocionarme con tus poemas hechos canciones que permanecen indelebles en mi alma.
1 comentario:
Gracias por regalarme a Silvio. Gracias por enseñarme a disfrutarlo. Gracias por dejarme querer junto a ti.
Un beso
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