sábado, 22 de marzo de 2008

La suma de los días

La emoción de empezar a leer un libro es directamente proporcional a la tristeza que me entra al llegar a sus últimas palabras. Me cuesta desprenderme de la historia, las ciudades, los olores, los colores, los personajes...
Me sucede siempre, y es por eso que tardo una semanita saboreándolo, como el que deja que un manjar o un sorbo de vino permanezca en el paladar hasta que se desvanece. Esta sensación se acentúa cuando se trata de Isabel Allende. Me involucro, sufro, sonrío, vivo cada una de sus palabras. Hace meses que terminé de leer su última novela y aunque he leído varios libros desde entonces sigo saboreándolo.
Les dejo un fragmento.

"Con la nariz en su cuello, agradecí la suerte de haber tropezado por casualidad con el amor y que tantos años más tarde preservara intacto su brillo. Abrazados, livianos en el agua caliente, bañados por la luz ámbar de las velas, sentí que me fundía en ese hombre con quien había andado un camino abrupto, tropezando, cayendo, volviendo a levantarnos, entre peleas y reconciliaciones, pero sin traicionarnos jamás. La suma de los días, penas y alegrías compartidas, ya eran nuestro destino."
Isabel Allende. " La suma de los días"

3 comentarios:

Pau Llanes dijo...

Gracias por visitarme y dejarme ese precioso comentario... No sé si supe expresar la emoción de mi viaje, al menos lo intenté... Ojalá nos encontremos pronto en tu isla... Saludos... pau

Azul Flojo dijo...

No hay por qué darlas; ha sido un placer.
Sucede que solemos estar tan acostumbrados a no apreciar lo que tenemos cerca y con lo que leía de tus palabras redescubría mi isla.
Gracias por devolverme la visita. Y si vuelves por estas tierras, avisa.
Un saludo BM

Ana Gallardo dijo...

¡que inmenso placer leerte de nuevo amigo mio! y que inmenso placer compartir con Pau estos lugares. Que delicia que las nuevas tecnologías nos permitan ahondar más en lo que nos hace humanos...


"Debo leer en el mar la lección de lo inmenso y renombrar el color que la vida me enseña debo saber respirar un oxígeno fresco y regresar a ese sol que contigo me espera"

Silvio Rodríguez